LAVAPIÉS INGENTRIFICABLE

Gentrificación y lucha social en Lavapiés.

El nuevo escenario de Lavapiés

bancosyseñorasLas plazas se van quedando sin sitio donde sentarse, los bancos para sentarse pasan a ser unipersonales y las terrazas van ganando terreno a las plazas y a las estrechas aceras, lo que hace que las personas tengamos que ir andando por la carretera. Paralelamente, se desarrolla en el imaginario público una visión de inseguridad y peligrosidad en torno a Lavapiés, la gestión del miedo es ejercida por el poder político y voceada a la población por los medios de comunicación, generando la estigmatización de la zona, lo que sirve como justificación a la actuación y “recuperación” de dichos barrios por parte de la Administración local. A partir de aquí, los planes de rehabilitación de calles y edificios empiezan a aflorar generando un gran negocio a las constructoras e inmobiliarias que pasan a ser las verdaderas dueñas del barrio.

Y mientras tanto, un policía en cada esquina. Impedirán que se cometan algunos delitos, claro que sí, pero también lograrán (re)conducir los comportamientos, actitudes, actividades y relaciones interpersonales de una población dada hacia determinados fines u objetivos considerados deseables por la Administración y los agentes ordenadores del territorio. En este caso, el objetivo es la obtención de beneficio mediante el comercio y la planificación urbanística. Finalmente, debido a este proceso, la metrópoli se transforma en un espacio constituido por diferentes miniciudades, donde un pequeño grupo de privilegiados/as goza del espacio y de los recursos comunes. El centro se convierte exclusivamente en un espacio de trabajo y de ocio-consumo, no en un lugar en el que estar, en el que vivir, en el que pasar el tiempo en la calle sin consumir.

Lavapiés es de los últimos barrios céntricos que faltan por modernizar y reestructurar, siguiendo la estela de Malasaña y Chueca. Pretenden acabar con la interacción de los vecinos/as en la calle para favorecer el comercio y el consumo. Para ello, se torna necesario eliminar de la vista pública a los sectores más desfavorecidos de nuestro barrio, que sufrirán en sus carnes el intenso control policial y la represión (en forma de sanciones, desahucios, detenciones, enjuiciamientos, encierro o expulsión del territorio nacional). De igual manera, los edificios en peor estado del barrio serán expropiados y derribados, siendo sustituidos por viviendas nuevas que, si bien serán más deseables que las infraviviendas que existen en la zona, también serán muchísimo más caras, haciendolas inalcanzables para los sectores que se desea expulsar, y se construirán con el enriquecimiento de grandes especuladores/as.

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Esta entrada fue publicada en agosto 31, 2013 por en Gentrificación, Noticias sobre el barrio, Todos los artículos y etiquetada con , , , .